sábado, 22 de mayo de 2010

Dos tesoros. Autor David Gómez Salas

Hace años recibí los reportes del laboratorio, con los resultados de los análisis químicos realizados a las muestras que entregué. Mis muestras contenían 25, 28, 30, 31,33, 34 y 35 miligramos de oro por cada kilogramo de piedra. En promedio 30 miligramos de oro por cada kilogramo de piedra.

La zona de muestreo comprende un precioso cañón por donde pasa un río. Mide más de un kilómetro de largo. Los cálculos estiman que existen 20 millones de metros cúbicos de piedra, (50 millones de toneladas); que contienen 1,500 toneladas de oro, 48 millones de onzas troy. El monto total de venta será 48 mil millones de dólares. Era la riqueza que había y aún existe en esa zona.

El río que cavó en la montaña el cañón, no es caudaloso la mayor parte del año. Presenta caudales grandes por poco tiempo después de una lluvia. He caminado por su cauce muchas veces, he disfrutado desde abajo la brisa de sus cascadas. En una ocasión conocí una persona humilde que pescaba charales en el arroyo y me invitó a comer. No es grata la experiencia de ver como avientan los charales vivos a un sartén con aceite caliente, pero saben ricos, fritos y dorados.

En otra ocasión recolecté en el cauce del río, unas pequeñísimas pepitas de oro, le llaman oro de placer. En el laboratorio comprobé que eran insolubles en ácidos y solo las pude disolver con agua regia, mezcla de ácido nítrico con ácido clorhídrico. La solución diluida la analicé en espectrofotómetro de absorción atómica y obtuve lecturas altísimas. Me quedó la certeza que era oro. Eso fue todo. No toqué ese tesoro, ni el otro (obvio).

Para extraer el oro, hay que aceptar destruir la naturaleza…El sitio es maravilloso, por las paredes del cañón escurren decenas de pequeñas y hermosas cascadas.

En la última página de mi libro de cuentos y poesías, se encuentra el mapa de localización del sitio. Está elaborado con tinta transparente y para poder ver el dibujo deberán aplicar un compuesto ferroso sobre el papel. Hay que hacerlo con cuidado, sin exceso. El dibujo aparecerá al secar la hoja, en diez minutos. Suerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario