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domingo, 9 de enero de 2011

La nota. Autor David Gómez Salas

Fui a la casa de Juan, un amigo pescador. No estaba, solo encontré una nota con el relato siguiente:

Un tiburón gata atacó a Felipe, le arrancó el estómago y los intestinos. Le quedó un agujero a la mitad del cuerpo. Murió sorprendido porque la gente siempre le dijo que la gata era un animal pacífico.

Para sacar un caracol de su concha los pescadores le hacemos un pequeño orificio a la concha en el extremo y por ahí picamos al animal en la parte más interna de la concha, al mismo tiempo lo jalamos por la parte más externa. Solo así podemos sacarlo de su concha.

Si alguien jala al caracol para sacarlo a la fuerza de su concha, sin picarle por el otro extremo, el caracol se infla dentro de la concha y ya no puede ser extraído por más fuerte que sea el pescador. Cuando esto sucede, lo único que queda es romper en pedazos toda la concha para separarlo.

Sin embargo la gata succiona con tanta fuerza que es capaz de extraer el caracol de su concha. Con la boca chupa con tanta potencia que extrae al animal y se lo traga. La concha vacía sube con violencia a la superficie del agua y vuela casi dos metros arriba del mar.

Pues eso le pasó aquel día a Felipe. La gata, lo chupó como a un caracol.

Dos días después de su muerte, en la noche, Felipe me visitó.

Estoy muerto de coraje—me dijo. Porque entre los muertos también existe la idea que la gata es un animal pacífico.

Tienen razón—contesté. La gata te atacó porque le disparaste con el arpón para matarla. Es un animal pacífico, pero al ser agredido, se defendió.

No recuerdo eso—dijo Felipe.

Es raro—le contesté. Sucedió apenas anteayer.

No puede ser—dijo Felipe. Pues morí hace ya un mes. Por borracho, me intoxiqué.

No quise escuchar más. Me busqué en el espejo y no me encontré, sentí un vacío en el estómago…

No me busquen.

Juan

lunes, 21 de septiembre de 2009

Cuento y poesía La trampa del diablo. David Gómez Salas

LA TRAMPA DEL DIABLO
Por David Gómez Salas (derechos de autor)

Sucedió el 2 de noviembre
En un pequeño panteón
Acudí con mucho respeto
A observar la tradición

Totalmente inexperto soy
En cosas de religiones
Pero si me interesa
Conocer las tradiciones

Ese era el interés
El motivo, el asunto
Observar como los vivos
Veneran a sus difuntos

De todo hay en esas fiestas
Rezos, alimentos y flores
Dulces, música y cantores
Creyentes y detractores

Al lado de una tumba
Donde antes nada había
Junto a una vela ardiente
Apareció un papel
Con el mensaje siguiente:

Soy un muerto arrepentido
De mi egoísmo en vida
Por eso en este mensaje digo
Lo que pasó en la otra vida

Existe un sitio donde habitamos
Las almas de los que pecamos
Ya muertos, inconformes estamos
Con la vida que llevamos

No es posible cambiar
La historia de la vida
Lo hecho, hecho está
Nada se podrá borrar

Existen en este lugar
Unas pantallas gigantes
Que exhiben sin ocultar
La vida de los farsantes

En ellas todos vimos
Gobernantes que robaron
Las guerras que organizaron
Y como al pueblo engañaron

También conocimos
Como políticos vívales
Se beneficiaron siempre
De los problemas sociales

En fin, miles de transas vimos
Mentiras y simulación
Científicos que plagiaron ideas
Y trabajos de investigación


Deportistas tramposos
Entrenadores ambiciosos
Ahora están avergonzados
De los trofeos ganados

Pero hay un caso especial
Es el caso de Luzfino
Caso extremo del mal
Que vivo, fingió ser divino

Luzfino ya no tiene secretos
Su vida real conocimos
A través de este sistema
Todas sus transas, vimos

Cuando en vida nos gobernó
Muchas veces nos mintió
Y todo lo que simuló
Ahora se descubrió

Los padres de Luzfino
Las transas de su hijo, vieron
Sus almas se entristecieron
Y entre lágrimas, dijeron

Como pudo ser tan cruel
Tan voraz y ambicioso
Que pena sentimos por él
Será un muerto pernicioso
En tráfico de influencias
Fraudes y peculados
Luzfino, con paciencia
Adquirió gran experiencia

Muerto el perverso ser
Su alma se puso a pensar
Lo que podría hacer
Para de nuevo gozar
El placer del poder

Organizó una reunión
Y dijo con emoción
Les tengo una propuesta
Escuchen con atención

En vida fuimos canallas
Y actuamos con cinismo
Ignoremos las pantallas
Hagamos de nuevo lo mismo

En radio y televisión
Había un tema prohibido
No existía la pobreza
No era tema divertido

Temas importantes eran
La vida de las artistas
Y la de los futbolistas

Millones de veces dijimos
No hay devaluación
Somos gobernantes honrados
Es feliz la población

Terminó la delincuencia
La policía no es el hampa
Son honestidad y decencia
A nadie su imagen, espanta

Mil veces anunciamos
Nuestra economía está sana
Con propaganda dijimos
Lo que nos dio la gana

Despertó gran entusiasmo
Lo apoyó la mayoría
Lo nombraron su líder
Con gran algarabía

Salvarlos, prometió Luzfino
De aquel frío lugar
Y dijo: los voy a guiar
Síganme por este camino

La promesa se cumplió
Los salvó del frío de invierno
Con la trampa que tendió
¡Se los llevó al infierno!