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martes, 30 de noviembre de 2010

El número UNO. Autor David Gómez Salas

Una vez el número uno

en un enorme espejo se vio.

Y al pensar que no era único,

su ego lo entristeció.


El espejo era mágico

y enseguida reaccionó.

Le mostró al número Uno

la imagen del número Dos.


El Uno, con soberbia,

al número Dos criticó.

Dijo: está muy retorcido,

no está recto como yo.


Así, el menor de los enteros

concluyó ser el mejor.

Ignorando que cada símbolo

representa un valor.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Niño de siete años. Autor: David Gómez Salas

Dedicado a Friedrich Gauss

Un maestro indolente, quiso mantener ocupado a un niño inteligente.

Dijo el maestro malvado: sumarás del uno al cien y me darás el resultado.

Pensó con gran desdén ya me deshice de él, por largo tiempo, que bien.

Pero, cinco minutos después, el niño dijo: ¡Ya está! El resultado es: 5,050 ¿verdad?


El niño explicó:

1+100, ciento uno

2+99, ciento uno

3+98, ciento uno

4+97, ciento uno

5+96, ciento uno

Y así sucesivamente,

da 50 veces ciento uno.

Y fue muy fácil la cuenta: 50x101 = 5,050

miércoles, 30 de junio de 2010

Como perros y gatos. Autor David Gómez Salas

Una noche, en el basurero
Maulló un gato timorato
Y un perro callejero,
le ladró de inmediato

Varios curiosos se juntaron
Al gato y perro, rodearon
Comentaron, van a pelear
Pero gato y perro, jugaron

Miau, guau, miau, guau
Alegres convivieron
Carreras, saltos y juegos,
los amigos compartieron

Desde entonces, en mi barrio
Que bravo y violento, era
Hay menos narices rotas
Y menos tontas peleas

sábado, 22 de mayo de 2010

Dos tesoros. Autor David Gómez Salas

Hace años recibí los reportes del laboratorio, con los resultados de los análisis químicos realizados a las muestras que entregué. Mis muestras contenían 25, 28, 30, 31,33, 34 y 35 miligramos de oro por cada kilogramo de piedra. En promedio 30 miligramos de oro por cada kilogramo de piedra.

La zona de muestreo comprende un precioso cañón por donde pasa un río. Mide más de un kilómetro de largo. Los cálculos estiman que existen 20 millones de metros cúbicos de piedra, (50 millones de toneladas); que contienen 1,500 toneladas de oro, 48 millones de onzas troy. El monto total de venta será 48 mil millones de dólares. Era la riqueza que había y aún existe en esa zona.

El río que cavó en la montaña el cañón, no es caudaloso la mayor parte del año. Presenta caudales grandes por poco tiempo después de una lluvia. He caminado por su cauce muchas veces, he disfrutado desde abajo la brisa de sus cascadas. En una ocasión conocí una persona humilde que pescaba charales en el arroyo y me invitó a comer. No es grata la experiencia de ver como avientan los charales vivos a un sartén con aceite caliente, pero saben ricos, fritos y dorados.

En otra ocasión recolecté en el cauce del río, unas pequeñísimas pepitas de oro, le llaman oro de placer. En el laboratorio comprobé que eran insolubles en ácidos y solo las pude disolver con agua regia, mezcla de ácido nítrico con ácido clorhídrico. La solución diluida la analicé en espectrofotómetro de absorción atómica y obtuve lecturas altísimas. Me quedó la certeza que era oro. Eso fue todo. No toqué ese tesoro, ni el otro (obvio).

Para extraer el oro, hay que aceptar destruir la naturaleza…El sitio es maravilloso, por las paredes del cañón escurren decenas de pequeñas y hermosas cascadas.

En la última página de mi libro de cuentos y poesías, se encuentra el mapa de localización del sitio. Está elaborado con tinta transparente y para poder ver el dibujo deberán aplicar un compuesto ferroso sobre el papel. Hay que hacerlo con cuidado, sin exceso. El dibujo aparecerá al secar la hoja, en diez minutos. Suerte.

viernes, 14 de mayo de 2010

La reina floja. Autor David Gómez Salas

Había hojas sueltas, sobre el suelo estaban tiradas. No formaban ni una rama, estaban desordenadas.

Recogió las hojas con arrogancia y las pegó rápido con engrudo. Formó una bola fea e inestable. Hizo lo más que pudo.

No tenía ramas, tallo, ni raíces; lo que había diseñado. Pero exclamo presumida ¡Que hermoso árbol he creado!

Después encontró letras sueltas, en su mente floja y cansada. No formaban palabras, estaban desordenadas.

Unió las letras con vanidad, rápido y sin pensar. La gramática española, se dio el lujo de ignorar.

No tenía ortografía, ni sintaxis; lo que había ingeniado. Pero exclamo engreída
¡Que hermosa poesía he creado!

viernes, 30 de octubre de 2009

Cuento La casa embrujada. Autor: David Gómez Salas



Dedicado al Museo José Guadalupe Posada en Aguascalientes, México. José Guadalupe Posada, mexicano, pintor y grabador extraordinario. Artista popular, creador de “La Catrina”, un esqueleto vestido, que expresa los sentimientos del pueblo mexicano
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La casa embrujada

Conozco una casa embrujada
Está en el jardín del encino.
Ahí vive una señora delgada.
Que tiene un sombrero muy fino

Esa elegante dama
Que le dicen “La Catrina”
Dotada de gracia y nobleza
Me recuerda a mi madrina



Presume joyas y riqueza
Es flaca y huesuda
Cree tener gran belleza
Pero es calavera, ¡sin duda!



Cuando “La Catrina” nos miente
Como adulto la tratamos
Le seguimos la corriente
¿Para que nos complicamos?

Los niños no tenemos temor
No hay diablo, ya sabemos
Por eso aún de noche queremos:
Jugar, regalos y amor
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Derechos de autor

miércoles, 28 de octubre de 2009

Cuento Brujas de la mugre.Por David Gómez Salas


Una vez, en la quietud de la noche
Escuché, de pronto, extrañas cosas
Eran voces tenues y misteriosas
Chillonas y con tono de reproche

Pensé que en mi cabeza estaban
Una niña bruja descontrolada
Que su mamá bruja la consolaba
Y ambas en mi oído hablaban

—Bañarse no tiene razón—
Dijo la bruja más pequeña
Pienso que la mugre es buena
Y me brinda protección

—Tendrás un aroma mejor—
Contestó la bruja mayor
A todos les gustarás
Por el rico jabón de olor

—No quiero oler bonito—
El jabón es peligroso
Es mortal y no es sabroso
Por eso murió mi papito

Él no se quería bañar
Lo obligó una niña buena
Lo mojó a la malagueña
No le dio tiempo de saltar

— ¿Saltar?—de inmediato comprendí
Que no eran brujas preocupadas
Ni fantasmas los que hablaban
Las causas de las voces que oí

Eran piojos que arribaban
A mi cabeza sucia, sin lavar
Y para dejarlos de escuchar
Corriendo me fui a bañar

martes, 27 de octubre de 2009

Cuento Infantil El Pato. Por David Gómez Salas

EL PATO
Autor: David Gómez Salas

Era tan entrometido un pato,
que todos le advertían:
“la curiosidad mató al gato”
y el pato, ni caso hacía.

Hasta que este curioso pato,
un día puso la geta
enfrente de la escopeta
del cazador de Irapuato

Aprender solo por experiencia
Tiene sus consecuencias…
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Derechos de Autor