Autor David Gómez Salas
En el mundo de las palabras,
un griterío se oía.
Unas estaban contentas
y otras muy ofendidas.
Fue su rey Diccionario
el causante de este lío.
Al nombre de cada palabra;
le dio una definición , este tío.
Hermosa estaba contenta
y presumida enfurecida.
Valiente estaba sonriente
y cobarde estaba que arde.
A un grupo de palabras las
condenó a ser adjetivos;
no tendrían personalidad propia,
como las que llamó sustantivos.
¿Cómo no iban enojarse
con tanta arbitrariedad?
¿El mundo de las palabras,
se enfermó de humanidad?