martes, 13 de julio de 2010

En el Panteón Jardín. Autor David Gómez Salas

Socorro, luz de mi vida
Aquí, en este panteón
Te digo con devoción:
Gracias, hermana querida

Por tratarme siempre con amor
Por tu honestidad y bondad
Por tu sentido de lealtad
Por tu dulzura y buen humor

Me cuidaste cuando fui niño
Cuando te necesité, siempre estuviste
Me confortaste cuando estuve triste
Y cuando callé, me comprendiste

Mi segunda madre, te llamé
Por ser tan buena conmigo
Y de corazón, te digo:
Gracias por haber existido

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